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Historia de Port Moon

Cuenta la leyenda, que la ciudad de Port Moon, fue fundada por un poderoso brujo, llamado Charles Saint-Réal. Hace más de trescientos años, él era el único en habitar aquel lugar, en una pequeña cabaña cercana al mar, que con sus propias manos levantara. No tenía familia, pero sí una buena amiga que solía visitarle. Ella llegaba hasta ese puerto improvisado, con una precaria embarcación para llevarle víveres cada cierto tiempo. Su nombre era Megara, una amante del mar en toda su extensión, soñadora y encantadora, y al igual que él también era sobrenatural, pero en su caso una ninfa que habitaba en una isla cercana.


Los años pasaban, y Megara sí iba presentando cambios en su anatomía por el tiempo transcurrido. Mientras que Charles, seguía viéndose como todo un elegante hombre de cuarenta y tantos años, como siempre. Y si bien no era tan atractivo físicamente, su inteligencia y amabilidad hicieron que la joven, ahora mujer adulta, lo admirara, mas no por eso quedara perdidamente enamorada de él.


Con ese cambio en la joven, poco a poco las visitas fueron menos frecuentes que en un principio, como cuando era tan solo una niña. Ella se había enamorado de otro hombre, un marinero, quien también soñaba con recorrer los siete mares. Aunque su amor, al ser una ninfa, era casi imposible, ella estaba embelesada por aquel apuesto hombre que la cubriera de promesas de amor eterno.


Fue así como un día acudiría a visitar a su amigo, para despedirse de él. Ya no podría volver, esa sería la última vez que lo vería. Pero, Charles sí la quería más que como una amiga, la quería como su compañera de vida, y no estaba dispuesto a verla partir junto a otro hombre. Un humano simple y corriente. Su corazón se hizo añicos, por primera vez en tantos años sentía haber encontrado el amor, y a pesar de todo lo que hizo con y por ella, fue menospreciado y abandonado. Sufrió en silencio, derramando lágrimas ante la luna, quien era su único consuelo, su única verdadera amiga, que nunca lo abandonaría.


La ira fue consumiendo todo su ser, transformando la luz dentro de él en completa oscuridad. Ante la traición vivida, se generó en él un sentimiento de desprecio hacia todo ser. Y ese poder que antes usara para hacer el bien, sería utilizado para plasmar un antes y un después en la historia de aquel vasto territorio, lanzando un conjuro que castigaría tanto a humanos como a sobrenaturales.


Ese maleficio serviría para atraer a seres de todas las razas a esas tierras, para ya no sentirse tan solo en aquel amplio espacio. Poco a poco arribarían al precario puerto montado frente a la luna, seres de todas las especies. Sin saber que esa sería su condena, una vez que ingresaran a aquel terreno, que pisaran el puerto, si su sangre se mezclara con otra especie, como la de Megara con aquel humano, ya no podrían salir de allí. Solo la pureza de la misma los salvaría, y con el correr de los meses, años y los siglos, cada una de esas familias quedaría condenada a habitar en aquel paraíso para la vista, pero infierno por la condena.


En la actualidad, la ciudad se encuentra en crecimiento continuo, aunque su densidad de población sigue sin superar los diez mil habitantes. Y aún con esa leyenda en el aire, miles de turistas arriban cada año a “Port Moon”, como fuera bautizada esa ciudad por su fundador. Creyendo tan solo se trata de eso, una simple leyenda, ya que no existen los seres sobrenaturales, ¿verdad? Incluso pueden consultar a sus habitantes, si es que puedes creer en su palabra alguna vez…


Solo pocos podrán volver a salir de allí, pero ¿podrían volver a ingresar para visitar a aquellos que abandonaron en esa hermosa pero maldita ciudad?

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